Necesitamos:
- Buttercream infalible de vainilla, versión 2.0 teñido de azul (colorante Ice Blue de Sugarflair o Royal Blue de Wilton)
- Chips ahoy (o similar)
- Cupcakes de vainilla (¡¡o de nuestro sabor favorito!!)
- Fondant blanco y negro
- Una boquilla 233 de Wilton (la famosa boquilla de césped)
- Una manga pastelera
Comenzamos preparando los ojos.
Hacemos dos bolitas blancas (lo más parecidas posible).
Y dos bolitas negras más chiquititas.
Para pegarlas usamos un poco de agua...
Tachán!!!
Ya tenemos los ojos.
(Recordad que luego tendremos que colocárselos bizcos!!!!)
Ahora cogemos la manga pastelera.
Le metemos la boquilla.
Cortamos la punta...
(Podemos usar adaptador, o una manga de las de tela... Como prefiráis. Lo único que no ha de variar es la boquilla, que ha de ser de césped :)
Rellenamos la manga...
Empezaremos por la parte inferior del cupcake.
Apretamos... Tiramos... Y soltamos!
Vamos allá. Hay que hacer una fila bien hecha.
Cuando la terminemos, empezamos un poco más arriba. ¡¡Vamos a hacer una nueva fila!!
¡¡Ánimo!! Ya queda menos!!
Otra capa más...
Ay qué majo es...
Ya está!!
¡¡Un monstruo peludo!!
Le ponemos media galleta en la boca...
(Y nos comemos la otra mitad!!)
¡¡Vamos a ponerle los ojitos!!
¡¡Yupiiiiiiiiiiiiiii!! ¡¡Ya tenemos nuestro monstruo de las galletas!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario